Allí en Madrid.

Allí en Madrid conocí a tu espalda.
Desde el principio se mostraba tímida
pero poco a poco me dejaba investigar cada
lunar y cada peca que escondía.

Allí en Madrid conocí a tus ojos.
Me miraban con curiosidad,
como si ese azul intenso pudiese hablarme
y contarme todos sus secretos.

Allí en Madrid conocí a tus labios.
Cada beso que ellos me daban era
estar un poco más cerca de ese paraíso
llamado tu cama.

Allí en Madrid te conocí.
Fue el principio de esa aventura
que es solo nuestra y que solo nosotros dos
somos los capitanes de ese barco llamado amor.

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