Lo que no te dicen del Erasmus // What you are not told about Erasmus.

Casi nueve meses llevo ya aquí, en un país que no es el mío, en una ciudad que no es la mía y en una casa que finalmente hoy puedo decir que se ha convertido en mi morada. Llegué aquí casi con lo puesto y sin tener ningún lugar concreto al que llamar hogar. No es nada difícil imaginarse mi situación ya que muchos de vosotros habréis pasado por lo mismo pero hasta que no lo sientes en tus propias carnes no sabes lo duro que puede llegar a ser estar en un país extranjero en el que no conoces a nadie sin nada. Antes de marcharme de Málaga pensaba que no iba a ser capaz ya que no había pasado por esa situación nunca en la vida. Pero fui capaz, y no solo yo, cada uno de nosotros fuimos capaces de asentarnos en mejores o peores condiciones, pero lo hicimos. Algunos pensarán que es una tontería, que encontrar casa tampoco es para tanto. Pero yo lo viví de una manera muy intensa porque fue uno de los primeros "baches" al que me enfrentaba prácticamente sola. Ya solo con esa primera experiencia me di cuenta de que iba cambiando y madurando.

En el primer semestre éramos muchos, de diferentes países y con maneras diferentes de ver la vida. Aprendimos de las costumbres de cada uno e incluso en las noches de fiesta poníamos canciones de cada uno de nuestros países. Además de todo eso, fuimos a un montón de lugares nuevos, descubriendo poco a poco los rincones de esta isla tan verde y húmeda. Es una pena que la gran mayoría de toda esa gente solo se quedase aquí en el primer semestre ya que todavía nos quedaban un montón de experiencias y viajes nuevos por vivir. Pero bueno, los que nos quedábamos aquí teníamos que seguir disfrutando de todo esto.

Con el segundo semestre llegaron nuevos amigos y nuevos viajes. Descubrimos que no solo las mejores fiestas suceden en las casas de los demás si no que hay un sitio magnífico llamado Roisin Dubh que se convirtió en nuestro templo. Viajamos más que en el primer semestre (y eso que ya es difícil) y apuntamos más experiencias nuevas vividas en nuestras vidas, más buenas que malas. 

Y ahora, que esto está acabando, nos damos cuenta de que hemos sido muy afortunados al poder pasar aquí, todos juntos una pequeña parte, pero intensa, de la larga vida que todavía nos queda por vivir. 

Para mí mi Erasmus no han sido solo fiestas, gente y viajes. He crecido y madurado como persona. Me he estudiado a fondo y todo lo que no me gustaba de mí lo he cambiado (o al menos intentado). He hecho tantísimas cosas nuevas que a veces se me olvidan y me las tengo que recordar una y otra vez. He reído, llorado, enfadado e incluso enfermado pero no cambiaría nada de lo que me ha pasado en estos meses por nada del mundo: esta experiencia tan completa ha sido gracias a la gente y a las cosas que he vivido aquí y todo eso en conjunto me ha ayudado a crecer como la persona que soy ahora. Y por eso, os doy a todos vosotros las gracias de corazón por haberme acompañado en esta aventura (ya sabéis quiénes sois).

Me he dado cuenta que la persona que se fue de Málaga con una maleta más grande que su propia cabeza no es la persona que realmente quería ser y en mayo esa ciudad costera dará la bienvenida a una nueva Marta que no se va a quedar con los brazos cruzados sin hacer nada y que se ha vuelto más activa que nunca. Mi experiencia en Galway ha llegado a su fin ya que esta pequeña ciudad me ha aportado ya todo lo bueno que me tenía que aportar. Me voy de aquí con una sonrisa porque esto ha sido una de las mejores experiencias (y espero que no la última) que he podido vivir en mi vida. 

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Almost nine months that I am here, in a country that is not my country, in a city that is not my city and in a house that i finally can say that it has became my home. I came here with nothing, without having any specific place to called home. It is not difficult to imagine my situation because almost all of you have been through the same but until you do not feel it in your own body you do not know how hard it can become to be in a foreing country where you do not know anyone. Before leaving Malaga I thought I was not capable to do it because I have not been through that situation before. But I did it, and not only me, all of us were capable to settle in better or worse conditions, but we did it. Some of you would think that looking for a house is an absurdity. But I feel it in a really intense way because it was one of the very first challenges that I was confronting by myself. Only with this first experience I was realizing that I was changing and maturing.


In the first semester we were a lot of people, from different countries and with different points of view of our own life. We learnt about the others traditions and even in the parties we listened to songs from our own countries. Apart from that, we went to new places, discovering little by little the parts of this wet and green isle. It is a pitty that almost all these people only stayed here for the first semester because we had left a lot of new experiencs and trips to live. But the rest of the people who stayed here had to continue enjoying all about this.
In the second semester came new friends and trips. We discovered that not only the best parties happen in the others' houses but there is an excellent place called Roisin Dubh that became our temple. We travelled more than in the first semester (and that's difficult) and we wrote down more new experiences in our life, more good than bad. And now, that everything is finishing, we notice that we have been very lucky to live here all together a small and intense part of the long life that we still have to live.

From my point of view, my Erasmus has not only been parties, people and trips. I have grown and matured as a person. I have studied myself in depth and everything that I did not like about myself I have changed it (or at least I have tried). I have done so many new things that sometimes I forgot them and I have to remember myself again and again. I have laughed, cried, got angry and even got sick but I would not change anything about my experience in these months: this complete experience has been thanks to the people and the things I have lived here and all these things together has helped me to grow as the person who I am now. And for that, I have to thank all of you for living together this adventure (you know who you are).

I have realized that the person who left Malaga with a bigger suitcase than her own head is not the same person who I really wanted to be and on May this coastal city would welcome to a new Marta who is not going to be with folded arms without doing anything and became more active than never. My experience in Galway has came to an end because this small city has already provided me with everything that it has to. I am leaving with a smile because it has been one of the best experience (and I hope not the last one) that I could have lived in my life.